Consejo Municipal de Seattle: No hay nada "equitativo" en permitir que las empresas de plataformas paguen salarios bajo el mínimo a trabajadores de color. No se les dejen engañar—aprueben PayUp.
UNA CARTA ABIERTA POR PARTE DE LOS TRABAJADORES DE PLATAFORMAS EN SEATTLE • 4 DE MAYO DE 2022
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ESTIMADO CONCEJO MUNICIPAL DE SEATTLE:
Somos los trabajadores para aplicaciones como DoorDash, Instacart, Uber Eats y Handy. Somos personas de color, inmigrantes, personas con discapacidades y personas de clase trabajadora de todos los ámbitos de la sociedad. Miles de trabajadores como nosotros hemos estado luchando desde 2019 para poner fin a los salarios inferiores al mínimo en la economía gig aquí en Seattle y para proteger la flexibilidad y la transparencia. Luchamos por la política PayUp porque todos los trabajadores necesitan tener salarios dignos para prosperar y vivir una vida feliz.
Por décadas, las leyes laborales de los Estados Unidos han incluido tecnicismos que excluyen de manera desproporcionada a los trabajadores de color, como los trabajadores agrícolas y trabajadores del hogar. El trabajo en plataformas es la misma desigualdad histórica bajo diferente nombre, y está creciendo rápidamente: el 16% de los adultos estadounidenses han hecho trabajo en plataformas, incluido el 20% de los adultos negros y el 30% de los adultos latinos.
Ahora que el Concejo Municipal introdujo la política PayUp, las empresas de plataformas argumentan que de alguna manera es "equitativo" permitirles que continúen pagando salarios por debajo del mínimo a los trabajadores negros, morenos e inmigrantes. En lugar de pagarnos, a los que somos la fuerza impulsora de toda la economía gig, las aplicaciones gastan millones presionando e incluso reclutando organizaciones como la Cámara de Comercio de Latinos en Seattle (Seattle Latino Chamber of Commerce) y la Liga Urbana (Urban League) para disfrazar su retórica corporativa como antirracismo. Ellos saben que Seattle se preocupa por las comunidades marginadas, por lo que están utilizando a las personas marginadas como puntos de debate.
Como trabajadores de color, nos decepciona ver que las organizaciones locales ayudan a las corporaciones a argumentar en contra de nuestras necesidades. Los cabilderos no son los que hacen el trabajo. Somos nosotros quienes recogen su cena, compran sus alimentos, pasean a sus perros y limpian sus casas. Nos encantaría invitar a estos cabilderos a que nos acompañen en uno de nuestros turnos y vean cómo luchamos para salir adelante todos los días, dedicando de 60 a 70 horas a la semana solo para cubrir nuestros gastos laborales, el alquiler y las facturas.
Las compañías están haciendo todo tipo de amenazas: dicen que aumentar los salarios causará precios más altos para los clientes y amenazan con que esto perjudicaría a los grupos vulnerables que dependen de los servicios de aplicaciones. Dicen que las personas de color propietarios de restaurantes y de otros negocios verían una baja en sus ventas. Dicen que al aumentar los salarios de alguna manera causaría que los trabajadores ganen menos dinero. Amenazan con que si subimos el salario sin antes “estudiar” la novedosa idea de pagar el salario mínimo habrá “consecuencias involuntarias”.
ESTA ES LA REALIDAD:
Pagar a los trabajadores de plataformas no significa que los costos aumentarán. Las aplicaciones están teniendo ventas récord y sí pueden pagarnos.
Si bien las ventas de comida a domicilio aumentaron más del 200% desde el comienzo de la pandemia, el salario de los trabajadores ha disminuido. La mayoría de los costos que pagan los clientes no van a los trabajadores; van directamente a las compañía que usan el dinero para gastar en cosas como un salario anual de $400 millones para el presidente ejecutivo de DoorDash, $3 mil millones para que Uber haga investigaciones sobre autos autónomos y taxis voladores, y millones en cabildeo contra los trabajadores. A las compañías les gusta fingir que les preocupan los impactos en los clientes con discapacidades o bajos ingresos, pero pagar menos a los trabajadores no apoya a esas comunidades. De hecho, muchos de nosotros, los que hacemos el trabajo en plataformas, tenemos discapacidades, y Uber y DoorDash se encuentran entre las 15 compañías principales de WA con trabajadores que dependen de cupones de alimentos.
Pagar menos a los trabajadores no ayuda a las personas de color propietarias de negocios; pagar a los trabajadores negros y morenos lo suficiente para sobrevivir sí lo hace.
Las personas negras y morenas dueñas de negocios no sufren porque se les pague a los trabajadores negros y morenos: sufren por el racismo institucionalizado, incluidas las prácticas corporativas depredadoras, como las de las empresas de plataformas que se llevan una gran parte de las ventas a domicilio de restaurantes. Los clientes y los negocios ya pagan grandes cantidades de dinero para usar las aplicaciones, pero en este momento, ese dinero se desvía de nuestra comunidad a corporaciones multimillonarias fuera del estado. Como trabajadores, nuestros ingresos regresan a nuestra comunidad local, incluyendo a los pequeños negocios. Pagar menos a las personas de color simplemente no ayuda a que tengan éxito los negocios, cuyos propietarios son personas de color..
Pagar más a los trabajadores significa que ganaremos más dinero, no menos. Las compañías de aplicaciones afirman que aumentar el salario significará que tendremos menos "oportunidades de ingresos", pero en realidad, cuando ganemos más, no necesitaremos trabajar horas excesivas.
Las aplicaciones invierten mucho en publicidad y reclutamiento para inundar sus plataformas con trabajadores nuevos que encuentran promesas en los bonos por inscripción, solo para ver trabajos mal pagados que aceptan porque están desesperados. Los trabajadores se ven obligados a competir por sobras con la esperanza de que eventualmente tengamos acceso a mejores trabajos. Pero el salario solo baja, haciéndonos trabajar más y más horas para salir adelante. Con un salario mínimo, se nos pagará constantemente un salario transparente y justo por cada trabajo. Eso significa que no tendremos que trabajar horas excesivas y las aplicaciones gastarán más en nuestro salario y menos en reclutamiento constante para inundar sus plataformas. Podremos dejar trabajos para otros y tendremos más tiempo para vivir nuestras vidas.
La política PayUp se ha desarrollado con el aporte de miles de trabajadores, un año de participación con el Concejo Municipal de Seattle y una amplia participación de empresas de plataformas. Es el camino correcto a seguir, y es hora de actuar.
Las aplicaciones saben que no pueden salirse con la suya pagando salarios por debajo del mínimo para siempre, por lo que están tratando de retrasar un par de años insistiendo en un "estudio de impacto" antes de que PayUp pase. Es difícil creer que su preocupación tenga algo que ver con el impacto de un salario mínimo en nuestra comunidad, porque ciertamente no realizaron un estudio antes de reducir el salario de más de 40,000 trabajadores a $2 por proyecto. Estamos en el 2022. Decidimos hace un siglo que los trabajadores necesitan un salario mínimo. Nadie necesita un estudio para saber que pagar salarios inferiores al mínimo perjudica a los trabajadores y a nuestras comunidades.
NO se dejen engañar. Las compañías de aplicaciones han logrado ventas récord durante el transcurso de la pandemia, pero afirman que se arruinarán si nos pagan el salario mínimo. Tienen el dinero. Hay más que suficiente para que todos tengan unas finanzas saludables. Solo necesita ser distribuido equitativamente.
A lo largo de la historia de los EE. UU., las empresas han trabajado para que los costos laborales se acerquen lo más posible a $0 mediante la creación de una clase excluida principalmente de trabajadores inmigrantes y Personas de color. Las personas que hacen trabajos domésticos, trabajos agrícolas, los cargadores de trenes y los que trabajan en restaurantes se han enfrentado a salarios inferiores al mínimo. Ahora, las empresas de plataformas están gastando millones para que esto suceda nuevamente, solo que han aprendido a expresar su explotación de la vieja escuela con el lenguaje amable de "equidad" de Seattle. No se dejen engañar. No se puede argumentar que excluir a las personas marginadas de los derechos básicos es bueno para las personas marginadas.
Continuemos avanzando. Hagamos de Seattle un verdadero líder en equidad a nivel nacional. Pasen PayUp ya.
FIRMADO POR,
Trabajadores y trabajadoras de plataformas de Seattle, incluidos:
James Thomas
Maria Hernandez
Kimberly Wolfe
Carmen Figueroa
Wei Lin
Michelle Balzer
Bobby Bourne
Magnolia Klee
Talisha Herald
Shelby Hansen
Pablo Camano
Mandolin Noir
Kidane Beyene
Orlando Santana
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